Ojalá que todo hubiera sido un mal sueño. Pero fue una pesadilla. Vivida y padecida. Como la de Julián. Una pesadilla que se hizo historia. Una historia que no fue elegida. Se impuso. Ibahernando, 1936. Un tranquilo pueblo donde el suceso presenciado por Julián, era la tónica del momento. Aquí, y en toda España. Cuando aquella noche, asiste al secuestro para el posterior asesinato de su maestro, sabe lo que aquel acontecimiento conllevará para él y para su familia. A partir de entonces todo serán agravantes en su vida. Todo será diferente. La quietud y la convivencia de su querido pueblo se romperá en pedazos. El miedo, el dolor, el odio, la traición, el silencio... se apoderará de todo. Y todo girará en torno a lo mismo...la muerte. Ibahernando, 1995. ese mismo pueblo, donde Mercedes, hija de Julián, inicia la búsqueda para cumplir una promesa. La que su padre no pudo llevar a cabo. Búsqueda que resulta estéril, porque al suceso acaecido casi sesenta años atrás, se le ha sumado otro agravante más: el del olvido.