Este libro no habla de flores, mujeres, primavera, amores, lluvia, pájaros o pandemia. Sin embargo nombra todo eso y algunas otras cuestiones más. Es anacrónico y salió justo a tiempo. En este volumen están las poesías que rejunté luego de mi último libro y antes de mi próximo compendio. Son poesías rescatadas de mi pudor, cansancio y estrabismo, que dispuse, con caprichoso criterio crítico y, como su nombre lo indica, amañando sus tamaños (si estas se salvaron imagine las que quedaron fuera). Tratan de la vida misma o sea son una pieza más en la gran ristra de plagios universales, por eso pueden leerse en cualquier orden, cuestión de no abusar de la paciencia del lector. Si un poema largo le pareció malo luego tendrá uno corto para que el mal trago no sea tanto y si un poema corto le pareció bueno pronto tendrá uno largo para leer con ganas. Algunos serán cacofónicos y otros armónicos. Unos se leerán a la pasada y varios serán sesudos. Quizá duelan. Tal vez alegren. Capaz evoquen. Acaso entristezcan. Sea lo que fuere que suceda cuando los lea espero no le sean indiferentes y que, en el recuento, la mayoría de los poemas no le provoquen el deseo profundo de pedir el rembolso de la compra (en tal caso contenga sus apetencias, no está bien ser presa de nuestras pasiones, además, nunca hay devolución del dinero). ¿Bueno, qué espera? ¡Ábralo! Deje de leer esto, las contratapas son sólo señuelos para incautos compradores de libros, aunque “la poesía no se venda”.