Madrid, 1929. Manuel Cantalejo, un antiguo espía, y Alfonso Goyanes, un importante noble venido a menos, deciden dar un cambio de rumbo a sus vidas. Para ello contactan con un funcionario del ministerio de fomento, Andrés Malasaña, quien les propone adquirir una fábrica de cervezas, La Serena. El negocio no resulta ser como imaginaban; es más, el trío se ve envuelto serios problemas. Con el fin de restablecer su situación previa, contratan los servicios de Jesús Márver, un subcomisario de policía en excedencia. Márver cuenta con la ayuda de Julia Díez, una joven que conoce el oficio y tiene talento. El tándem Márver-Díez decide abordar la investigación desde una perspectiva nueva, y para ello emplean métodos nada habituales, recopilando pruebas y testimonios procedentes de todo tipo de fuentes que en circunstancias normales no tendrían validez jurídica; pero eso no es impedimento, porque no se trata de presentar el caso ante un tribunal de justicia, se trata de recuperar la integridad moral de sus clientes ante sus pares de la sociedad madrileña. Así pues, sin ataduras procedimentales y sin prejuicios, trabajan codo con codo para desvelar el secreto de la fábrica.