La inhumana práctica de regalar a los hijos, ante la imposibilidad de mantenerlos, desafortunadamente común hasta nuestros días, es el tema de esta novela. Una pequeña niña, Tana, es el paradigma de la ignorada multitud de niños de los países en desarrollo, que se ven obligados a enfrentarse con un mundo nuevo donde por su color de piel diferente y desconocimiento de las costumbres de la ciudad son discriminados y a menudo explotados. Desde su arribo, el calor humano de la familia que la acoge, especialmente las cuatro niñas, la ayuda a superar el trauma producido por la separación de su familia y, aunque nunca logra compenetrarse totalmente, su inteligencia y esfuerzo le ganan un lugar entre la gazmoña sociedad limeña de los años 30.