En una carta profundamente personal, una madre ucraniana desvela a su hijo Samuel, de padre español y nacido en Alemania, el entrelazado tapiz de su identidad. Samuel, como muchos niños españoles, solo conoce Ucrania a través de las noticias de televisión, como un país marcado por la guerra y la opresión. Pero Ucrania es mucho más que eso. Su madre quiere mostrarle otra Ucrania, desde su infancia en los acogedores patios a la sombra de los albaricoqueros, hasta sus primeros pasos en la vida adulta, marcada por la lucha por la libertad en el Maidan de Kiev y la posterior inmigración. La madre narra la historia de su vida con una franqueza conmovedora. La madre narra la historia de su vida con una franqueza conmovedora. A lo largo de su relato, se revela cómo la fuerza y el espíritu de su pueblo han forjado su carácter. Viajando a través de varios países, se convierte en una ciudadana del mundo, pero nunca pierde el vínculo con sus raíces ucranianas. Estas raíces están marcadas por la diversidad, ya que ser ucraniano significa llevar un mosaico complejo dentro, que Samuel debe aprender a comprender y valorar. Esta carta no solo es un relato del pasado, sino una exploración de una nación a menudo incomprendida y subestimada. Al descubrir el legado de su madre, Samuel se enfrenta a la pregunta: ¿Qué significa para el tener esta parte ucraniana dentro, viviendo en Europa en 2024? Mientras Samuel conoce bien su herencia española, es a través de estas palabras que comienza a descubrir la riqueza y profundidad de su parte cosaca. Este viaje íntimo y emotivo no solo conecta a madre e hijo, sino que también ofrece una visión profunda de Ucrania, sus desafíos, y su inquebrantable deseo de libertad.