Un operativo, la perturbada mente de un asesino y el flagelo del terrorismo, se disparan a quemarropa hilvanando una trama basada en la confabulación y la relación de las élites dominantes con los Estados. Con una literatura exquisita, el novelista se pregunta qué papel ocupa el fanatismo en nuestra sociedad sin obviar cuestiones del pasado reciente que han marcado la sensibilidad de todo un país. No es casual que esta historia haya sido finalista del Premio Planeta de Novela 2008 y que haya agotado cinco ediciones, ya que nadie se había atrevido a abordar este tema de forma tan directa, profunda, y sin dejar de lado las sutilezas que un narrador debe tener a la hora de emprender semejante tarea. «El nudo infinito» supone una imposible aleación entre la seda y el acero, volviendo infinitas una serie de formulaciones que las personas llevarán consigo toda su vida.