Fray Antonio Alcalde, el hombre que llegó a Guadalajara en el siglo XVIII para transformar una incipiente ciudad de paso, en la segunda más importante del México contemporáneo. Se trata “Del portentoso caso de un gestor de 20 años para la eternidad, que sin pedirle fiado a nadie, invirtió todos los recursos de los que lícitamente pudo disponer, para echarse a cuestas la ingente tarea de darle pan al hambriento, dónde vivir a los desheredados, empleo remunerado a los cabeza de familia, educación a los niños y a los jóvenes, consuelo a los afligidos y salud a los enfermos." Fundó la Universidad de Guadalajara, enfrentó la epidemia de la Viruela y construyó uno de los hospitales más grandes en su época: el Hospital Civil, que ahora lleva su nombre.