El Fantasma de Petritxol es un alma disociada que vaga eternamente por el barrio Gótico de Barcelona en busca de amores extraviados en las letras de algún tango. Ama sin ser amado y vive el drama de la soledad de un ser que, por su condición fantasmal, es ignorado. En ese universo coexisten diversos mundos que se encuentran y se bifurcan en metáforas, alegorías y paradojas. El Fantasma de Petritxol pertenece a esos mundos donde el tiempo, la muerte y el destino no dejan de ser un gran problema metafísico. La vida del fantasma se entrelaza con ciertos personajes como la del idealista, el rusito Abramovich o la del realista Arnau, generando patéticas situaciones. Al principio los hechos simulan no vincularse entre sí, pero poco a poco, el lector, irá viendo que todo adquiere una irracional coherencia. El final no puede ser de otra manera que mágico y asombroso. Ese final se lo quiero regalar al audaz lector que se atreva a conocer al Fantasma de Petritxol.