El dulce olor de Puerto Perla
- Autor: Oscar Seidel
- Género: Literatura y Novela
- Nº Páginas: 70
- Formato eBook: ePub
- Año: 2020
El mal olor que se mete por las narices de los pobladores de Puerto Perla debe interpretarse en la novela como una metáfora de su realidad. El narrador que esporádicamente aparece en el texto cuenta que, en las noches, las ánimas deambulan por sus calles. Según lo narra Oscar Seidel en una prosa que no obstante la economía narrativa retrata con pincelazos afortunados su ambiente, el último agente viajero en visitar a Puerto Perla se vuelve loco “por el silencio que reina en el lugar”. El hedor que obliga a la gente a abandonar el pueblo lo produce también la corrupción. El Alcalde se enriquece adjudicando contratos a sus amigos sin el lleno de los requisitos legales. Y un fiscal recibe seiscientos millones de pesos para fallar un proceso a favor de un narcotraficante. Puerto Perla es un pueblo a orillas del mar Pacífico, reconstruido después de un incendió, que sobrevivió a la amenaza de un tsunami, pero no pudo sobrevivir al mal olor. Esa población puede ser Tumaco, el pueblo donde nació el autor del libro, que se formó al vaivén de las olas, sin que nadie lo descubriera ni lo fundara. De pueblo humilde pasa a convertirse en población próspera. Todo debido al auge que toma el cultivo de hoja de coca. Con el crecimiento vive la desgracia. Atraídos por esa bonanza llegan los actores armados. Paramilitares, guerrilla y delincuencia común lo convierten en un escenario de muerte. “El dulce olor de Puerto Perla” es una novela que narra la desesperación de los habitantes por el mal olor. El único que no siente esos hedores es el Raja-muertos, un hombre que tenía anestesiado el olfato de tanto convivir con los muertos. El dulce olor de Puerto Perla inaugura el estilo en el uso de la economía de la palabra que emplea su autor, atrapando al lector de manera inmediata en la lectura del texto. La trama transcurre en el puerto de Tumaco, conocida también como “La Perla del Pacífico”, lugar donde la ficción toma cuerpo enmarcado dentro de un clásico de la literatura universal, “La náusea” de Sartre, utilizada más como una antinomia, ya que en Puerto Perla todos tienen conciencia de ese mal olor que termina por ahuyentar a todos sus habitantes, contrario a los burgueses descritos por Sartre, ya que estos terminan por no advertir la realidad que los circunda; al igual que en La Peste de Camus, el autor en la trama pone de relieve la carencia de una moral universal, manifiesta en los politicastros que terminan por desconocer el origen del mal olor, desviando recursos, robando lo poco que hay en los erarios públicos, cuando la verdad la pestilencia emana de sus propios cuerpos,Durante varios años fue el encargado de realizar las autopsias a las víctimas de la violencia, que enterraba en su propio cementerio, acondicionado en un lote del municipio del cual se apropió. Seidel dice que hasta el Papa se quejó de la hedentina cuando visitó a Puerto Perla. “Estoy muy extrañado con el olor del pueblo”, dijo. El dulce olor de Puerto Perla inaugura el estilo en el uso de la economía de la palabra que emplea su autor, atrapando al lector de manera inmediata en la lectura del texto. La trama transcurre en el puerto de Tumaco, conocida también como “La Perla del Pacífico”, lugar donde la ficción toma cuerpo enmarcado dentro de un clásico de la literatura universal, “La náusea” de Sartre, utilizada más como una antinomia, ya que en Puerto Perla todos tienen conciencia de ese mal olor que termina por ahuyentar a todos sus habitantes, contrario a los burgueses descritos por Sartre, ya que estos terminan por no advertir la realidad que los circunda; al igual que en La Peste de Camus, el autor en la trama pone de relieve la carencia de una moral universal, manifiesta en los politicastros que terminan por desconocer el origen del mal olor, desviando recursos, robando lo poco que hay en los erarios públicos, cuando la verdad la pestilencia emana de sus propios cuerpos.