El autor de este libro analiza conectores y dispositivos puntuales de la organización tecnoburocrática, la división del trabajo, el desarrollo urbano, el consumo de masas y las tramas sociales y políticas más inquietantes para indagar en qué medida y hasta qué punto la Unión Soviética fue parte de la modernidad del siglo XX. En esa perspectiva, traza continuidades y rupturas entre las gestiones de Jruschov y Brezhnev, perfiladas por el conflicto entre el apoyo a la industria liviana para lograr un mayor acceso de la población a bienes y servicios, y el aumento al poder de la industria pesada, que correspondía a los sistemas de defensa nacional. También, recupera algunas de las claves del realismo socialista, facturado por el poder como un arte vanguardista, cuyos presupuestos, sin embargo, tenían más bien un fin utilitario y pedagógico a través de múltiples artefactos diseñados para la legitimación de la nomenklatura. En ese sentido, lo examina no sólo como un gravamen estético para los artistas o las expresiones culturales, sino especialmente como un modo ceñido de fiscalización social, política, jurídica y moral. En relación a estos tópicos, Jorge Morales Aimar escogió, entre otros, los artículos más sensibles de la revista Novedades de la Unión Soviética —maquinaria de sueños— con vigorosos indicadores sobre la construcción del comunismo como futuro inevitable de la humanidad, asociados al desarrollo tecnológico, la cultura de masas, la transformación omnipotente de la naturaleza, el optimismo histórico, la felicidad y la redención humana.