Gabriel Elizalde pertenece a una familia aristocrática de la clase alta argentina. Imprevistamente, abandona la mansión familiar, la carrera de arquitectura, su novia Milagros y todo su elegante entorno, para lanzarse a la aventura de recorrer el mundo ganándose la vida como retratista callejero. Con unas pocas clases de caricatura, descubre que esta técnica de alteración gráfica le muestra una realidad paralela en la cual se reconoce, adentrándose en su interior como paso previo a un análisis de su vida pasada. Lo frívolo y lo superficial, darán paso a profundas reflexiones que irán dejando al descubierto los móviles de sus acciones. El caricaturista recorrerá continentes indagando al límite situaciones emocionales como el amor, la violencia, el sexo y el arte, con una constante sensación subyacente de tragedia, que mantendrá en vilo al lector desde el principio hasta el final. Su nueva vida, por obra de un esotérico designio y en una encrucijada inesperada, desfilará por su memoria en pocos segundos de mística revelación, dándole paso a su redención definitiva.