El boxeador
- Autor: Sheina Lee leoni Handel
- Género: Literatura y Novela
- ISBN: B0757ZMJX6
- Nº Páginas: 134
- Encuadernación: Tapa blanda
- Formato eBook: PDF
- Año: 2017
Prólogo “Asegúrate de que tu peor enemigo no vive en medio de tus dos orejas”. Laird Hamilton Ernesto Fonfía, alias Bobby, golpeaba sin parar el saco de boxeo especialmente dispuesto para el entrenamiento matutino. Su enorme cuerpo no dejaba de sudar, en la solitaria lucha que llevaba a cabo contra el pesado objeto. -Algún día serás como yo, aprenderás a amar el sabor de la adrenalina que nace en cada round, y saborearás en cada instante el camino al éxito-sonreía cada tanto a su callado hijo de diez años que no dejaba de observar al enorme coloso que le recordaba a los temibles Gladiadores de la época de los romanos.-Y mañana, será el día de mi triunfo definitivo, pelearé con José “Titán “Camino, el máximo campeón de mi categoría, y pasaré a ocupar, desde ese momento, su lugar. El público me aplaudirá con locura, y tu madre será una reina, ya no tendrá que limpiar casas ajenas. -¿Y mi hermana podrá ir a una escuela especial?-repregunta el niño haciendo referencia a su hermana Carla, de dieciocho años. Ella quiere ser maestra, pero por su sordera, ha sido rechazada en todos los institutos que ha ido. -Por supuesto-nuestra vida cambiará en unas horas, te lo aseguro-insiste el hombre sentándose al lado del pequeño-Y un nuevo linaje de boxeadores comenzará conmigo. Tú serás el siguiente. -Padre, te he dicho que a mí no me interesa el boxeo, amo la gimnasia artística, he visto a varios atletas practicar en las anillas y he quedado fascinado. -Eso no es de hombres-vocifera Ernesto-esto que yo hago lo es. ¡No sé quién te ha metido esas ideas en la cabeza! -Lo vi en la TV-confiesa tímidamente el niño .Mamá dijo que corría en la pista cuando era adolescente. -¡Cosas de tú madre, lo imaginé! Esta Adelina te ha criado demasiado mimoso-insiste refiriéndose cariñosamente a su esposa. Eso debe cambiar, tú eres mi sucesor, y seguirás, sin duda mi camino. Luego de la próxima pelea, comenzarás a correr conmigo tres veces por semana, es hora de que empieces a preparar tu físico para este glorioso cometido. Un repentino silencio invade el lugar, hasta que una profunda voz retumba desde los vestuarios. -Me encanta ese optimismo. Seguramente tu padre derrotará a Titán en el primer round, y todos seremos vencedores. -exclama feliz el manager del boxeador, Vicente Tancredi. -Buen día, Vicente-sonríe Bobby-como vez, estoy listo para ganar, y explicando a mi hijo lo maravilloso que es este deporte. -Dejemos eso para después-ahora concéntrate en tu pelea, y lo que harás con todo el dinero cuando ganes-sonríe el hombre astutamente. Muy pronto, tu vida dará un gran salto. -Eso espero, con treinta años no me queda demasiado tiempo-añade Ernesto secándose el sudor del rostro. -Pavadas, aún tienes mucho para dar-acota el hombre con zalamería. Dos días después el estadio Rócoli se vestía de gala para recibir a “Bobby Fonfía y Titán Camino, máximo campeón en la categoría y favorito de la mayoría. En un banco cercano al ring, Tomás y su inseparable amigo Alexis Córcena conversaban emocionados sobre el importante suceso. -Gracias por venir-lo abrazaba cálidamente el niño-mi madre y hermana se negaron a hacerlo, no pueden ver como golpean a papá. -Siempre estaré a tu lado, recuérdalo, eres mi mejor amigo, y nada podrá separarnos-lo miraba Alex con sus celeste ojos repletos de admiración. Tomás sonrió abiertamente, y apretó feliz la mano de su acompañante, indicándole con este gesto, que el sentía lo mismo. Casi enseguida, una melosa niña se interpuso en el emotivo momento, y con voz filosa, exclamó: -Parecen dos maricones, ¡qué vergüenza!-Tu padre te matará si ve esto-Además, tú te casarás conmigo, Tomy-insistía con firmeza Giovanna Tancredi, la hija del manager de Ernesto. ¡Cállate tonta!-acota Tomás soltando rápidamente la mano de su amigo que no pudo evitar mirarlo con desilusión-No soy maricón, pero tampoco me casaré contigo, eres muy fea y vieja. -Eso lo veremos –suspira la joven dos años mayor –observando con odio a Alexis, quien ignorando las despectivas palabras, ya se encontraba concentrado en la pelea. Casi enseguida, las luces se encienden con firmeza, y el anunciador comienza a llamar a los contrincantes que suben ardientes al ring. La lucha da comienzo, y Tomás cierra los ojos, apoyando su cabeza en el hombro de Alex. -Dime cómo va la pelea, tengo miedo de mirar. -Debes hacerlo, para eso vinimos, ¡por favor!, presta atención a lo que ocurre-insiste el niño con decisión. Suspirando, Tomás obedece, y luego de un rato que parece interminable, siente el estruendo de los aplausos junto a los descontrolados gritos de los presentes: ¡Bobby, Bobby! Minutos después, el referí levanta sonriente el brazo de su padre y exclama al excitado auditorio: -Un nuevo campeón ha nacido en el mundo del boxeo: Ernesto Fonfía. ¡Bienvenido! Entre sorpresa y algarabía el público sigue clamando a al nuevo vencedor, mientras un pensativo Tomás reflexiona en silencio: -¿Cómo seguirá esta historia, padre? Ante un gesto de Tomás Alex, se levanta de su asiento, ya ambos niños se dirigen hacia un costado del cuadrilátero, desde donde su Tomás les sopla un beso con los dedos. Tomás responde al cariñoso gesto, mientras una lágrima atrevida comienza a rodar desde sus ojos. -¿Lloras? -pregunta Alexis con curiosidad. -Es la emoción .amigo, solo eso-responde pasando un brazo por la espalda de éste.