Con el peso de sus angustias y dudas, en el umbral de su muerte, un hombre atraviesa otra vez su vida, buscando en su memoria, las respuestas que le darán libertada, que lo libraran de su soledad, aferrándose a la búsqueda de la mujer que lo redimirá. El hombre perdido en el desierto regresa a los escenarios en los que se desarrolló su vida, a los personajes que descubrió en sus continuos viajes africanos y al barrio de su adolescencia, Santa Beatriz en Lima Perú. El lector descubrirá el paisaje del desierto, su arquitectura, costumbres y sentimientos de los hombres y mujeres que lo habitan. Las intrigas y angustias que tienen como marco la inmensidad y la desmesura del espacio, donde el el tiempo sólo existe para situar en el viento las obras que nunca se construyeron, las promesas que no se cumplieron, las vidas que nunca se vivieron. El desierto es el templo del vacío.