El Averno de Cristal
- Autor: José Luis Giménez
- Género: Literatura y Novela
- ISBN: ASIN: 1521814643
- Nº Páginas: 184
- Encuadernación: Tapa blanda
- Formato eBook: ePub | MOBI | PDF
- Año: 2016
La realidad de las cosas suele ser muy subjetiva. Nada es lo que parece ser y, tan siquiera lo que vemos es una representación global de lo observado. Existimos en un mundo tridimensional, donde los límites físicos nos parecen estar claramente definidos, pero en cambio, coexisten con nosotros toda una serie de fuerzas y energías de cuya naturaleza y finalidad poco sabemos, y de las que apenas somos capaces de intuir o adivinar hasta donde pueden llegar a interferir en nuestras vidas. La ciencia ortodoxa no admite como real o efectivo lo que no puede reproducirse mediante un determinado protocolo en laboratorio. En este caso… el amor, el odio, los diferentes sentimientos… por poner un ejemplo ¿no existen en nuestra realidad? Evidentemente que sí, y ante dicha realidad, nadie puede negar el inmenso poder que posee el sentimiento del amor. Pero ante semejantes disyuntivas, surgen una serie de cuestiones: ¿qué es verdad… y qué es mentira? ¿Cómo podemos saber que algo es cierto y no está manipulado? Vivimos inmersos en un mundo mediático, donde las noticias en los medios marcan el ritmo y el estilo de nuestras vidas. Donde la verdad sólo puede ser manifestada por esos mismos medios que nos están manipulando continuamente. O eso es lo que nos quieren hacer creer. Entonces, ¿cómo saber que no estamos siendo manipulados? En la sociedad consumista en la que vivimos, existe toda una serie de patrones de conducta… de diferentes roles o, incluso, de papeles estelares. Tal como ocurre en una obra de teatro, cada individuo que participa en la misma, precisará interpretar el rol asignado. Parecería como si el director de la obra hubiese repartido personalmente el papel a cada actor, procurando adaptarlo a las características personales de cada cual. Pero… ¿qué ocurre cuando el rol adjudicado no es representado por el individuo tal como se esperaba? La jerarquía establecida ha previsto como resolver ese inconveniente: mediante el subterfugio de la enfermedad mental. Con esto no se pretende apuntar que todo el que no represente su papel tal como estaba previsto es un enfermo mental, no. Nada más lejos de la realidad. La intención es aclarar que, quien no acepta “motu proprio” el rol asignado, será calificado y diagnosticado como enfermo mental y, por tanto, librará de cualquier responsabilidad a los encargados de mantener el estatus, la vigilancia y el control de esta sociedad. De esta manera, las acciones, palabras o mensajes que pudiese trasmitir este supuesto enfermo mental a los demás individuos “mentalmente sanos”, con el supuesto ánimo de intoxicarlos o contagiarlos de su “enfermedad”, carecerían de autoridad alguna, puesto que… ¿quién va a creer a un loco? Tampoco habrá que confundir al verdaderamente enfermo mental con el individuo rebelde ante el rol que le ha tocado representar. Es evidente que no todo el mundo se encuentra en perfectas condiciones mentales y que, por consiguiente, existe el enfermo mental que precisa del tratamiento clínico adecuado. Pero no es este el caso del personaje de la presente narración. Esta es la historia de un enigmático personaje, que podría pasar por un individuo cualquiera, casi desconocido, amparándose en un anonimato que le facilitaría llegar a ser capaz de identificar el origen o procedencia de su razón de ser. Lo que la jerarquía mediática y social habría calificado como enfermedad mental, siendo diagnosticado como si se tratase de un individuo enfermo de esquizofrenia. Un singular personaje que estaba convencido de haber podido descubrir quienes habrían sido los responsables o autores del guión que a él le había tocado en suerte representar.