Este libro recoge los primeros intentos de narrar la ciudad y los modos de habitarla. No estaba buscando escribir cuentos en la tradición de Cortázar y de Poe (con un par de excepciones). Se parecen más a un fresco que intenta recoger las escenas repetidas en la ciudad que habito y que me habita; más cercano, en su técnica, a un relato largo (y también a una búsqueda poética), que a un cuento. Responden más al proyecto de narrar y expresar la percepción, que a un intento de fabulación (o de Knock-out). Aunque no son evidentes a primera vista, hay algunas líneas que conectan un relato (o un mapa) con otro. En primer lugar se trata de la ciudad que se habita en la primera adultez, la de la vida universitaria; también la forma de habitarla desde una cierta lejanía, desde una cierta no-pertenencia, como un lugar lejano, ausente; un lugar donde el amor es por fuerza desamor, desencanto, imposibilidad, búsqueda incesante. Sí, puede ser un lugar común, ha de serlo casi por fuerza.