“Diario de un Confinado”. Una sucesión de relatos cortos perfectamente estructurados sobre los 99 días de confinamiento, que incluyeron 48 de desescalada, hasta el fin del estado de alarma en España durante la pandemia del COVID-19 que afectó y sigue afectando a toda la población mundial. Será para el lector un agradable paseo por los campos cercanos a la morada del escribiente y su amada Nines (más de 120 veces nombrada), una mujer escultural que acompaña al autor en la aventura de vivir. Los días del confinamiento del autor relatan los campos de Illescas, en la urbanización Oasis, que durante los días de la pandemia cambiaron de color y por donde pasearon los dos principales protagonistas de este relato cronológico: La Bruja y Santi. Aparecerán personajes reales e inventados. Chismes de vecinos, chinos con miradas esquivas,familiares a los cuales no ve en mucho tiempo, recuerdos de sus padres en Salmoral. Esos que echa de menos muchas veces y que salen a relucir para apaciguar el carácter del escritor. Recuerdos de infancia con sus amigos en los campos de trigo de la comarca de Peñaranda… Y entre todo este maremágnum de nombres e historias, una puerta abierta bajo el almendro del jardín de la casa. Esa por la que Santi entra de vez en cuando para idear fantasías, relatos y recuerdos muchas veces inconexos, pero que le sume en un estado de abandono mental para apaciguar su tormentoso cerebro. Nines ya le deja, le observa atentamente hasta que él solo vuelve de ese estado. Y entre todo ello, el segundo personaje de estos relatos. Un perro que conversa con el autor de una forma jocosa y que le hace muchas veces perder los nervios para sacar ese demonios que lleva dentro bajo las barbas ya canosas. Sí, Bruja conversa con Santi ya bien avanzado el relato, de todos los aspectos de la vida. De Política, de Cultura… Es, para Santi, la excusa perfecta para salir durante los primeros días de confinamiento a buscar tabaco...