A sus veinticinco años, Elena ha vivido siempre en el mismo pueblo, en una zona cercana a un precioso estanque que es testigo de su vida diaria. Hace un par de años llegaron a su barrio dos hermanos gemelos de su misma edad. Poco tiempo después de conocerlos inicia una relación secreta con uno de ellos, Elías, y descubre en él algo extraordinario que la atrapa. Una noche como otra cualquiera, Elena sale a dar un paseo acompañada de su perro. Sin embargo, el único que regresa es el animal, al cual se encuentra Elías deambulando cerca de su casa. A partir de entonces comienza una lucha que cruzará sus caminos con un adversario del pasado, procedente del lugar de origen de los hermanos, quien no tendrá reparos para interponerse en sus destinos. Quizás no ha sido una simple casualidad que Elías y Elena se hayan conocido.