Dentro de la pluralidad temática –poéticas que no predominan sino que se superponen: existencial, lírica, social, urbana- de este primer libro de Juan José Cantón y Cantón y que se reedita ahora con motivo de su vigésimo aniversario, aparece siempre una fuerte presencia del yo poético, es decir, la voz personal de su autor que, como bien señaló Rafael Morales, se trata de “poesía de nervio, de rebeldía y de protesta, pero no carente de ternura y de sueños” o, en palabras de Leopoldo de Luis, que “vibra con ansia de claridad”. En el prefacio de la segunda edición, el autor dice: “En Delirio del desarraigo late mi corazón poético de una forma emotiva que aparece recreada para siempre en su propio tiempo. En estos poemas del tedium vitae, donde el ayer queda cerrado en una desolación absoluta de soledad y de frustración, convergen diferentes amores y paisajes; no en vano están dentro de un periodo de creación de diez años, desde mis veinte a mis treinta. Dejó escrito Antonio Machado: “Si un libro fuera una sombra de nosotros mismos, sería bastante; […]”.