La obra que el lector tiene entre sus manos, es la última entrega de Juan Manuel Borrero en la que, coincidiendo con su sello de autor, vuelve a la temática hermética y al esoterismo. Consta de tres relatos, el primero de los cuales “Ipathias, el profeta”, describe la formación (teológica, humanista y filosófica) del protagonista, en el camino hacía el magisterio profético en la secta a la que pertenecía. Sus creencias y profecías sobre la divinidad oscura -en el mas puro neoplatonismo-, son matizadas y comparadas, en numerosos comentarios a pie de pagina, con los conceptos actuales que sobre el universo tiene la física. El segundo, “Euphorbo, el heresiarca”, narra el proceso seguido contra un clérigo sevillano quien, en sintonía con las enseñanzas de Spinoza sobre la divinidad, y durante los últimos años de actividad del Santo Oficio, es juzgado y muerto por sus opiniones cismáticas. Señalar, como coda informativa, que esté texto fue seleccionado como finalista en el I Premio de Relatos “Agustín Sánchez Rodrigo”. El tercero y último, “Al Qubetz, el viajero”, contempla las diatribas teológicas que, sobre el alcance del versículo cuarto del libro sagrado de la secta de los zurkpiotas, tenían los teólogos del monasterio de Khetzham, allende las estepas del Asia Central. Obligado por la orden del Venerable, un joven maestro es enviado a recorrer las riberas del Mar Interior, para, conocidas las doctrinas de otros dioses y otros demiurgos, dilucidar el alcance de la misericordia divina entre creyentes e infieles, entre justos y pecadores, entre devotos e impíos....