En años pasados varias veces fui incitado a publicar mis escritos. No es fácil. A pesar de lo que Goethe expresó sin ambages «Solo los miserables son modestos» no es fácil. Recién cuando un escritor – y permítaseme el adjetivo – se reconoce a sí mismo y de-jando de lado cualquier presunción o soberbia como tal, cede. Pero para que ello suceda deberán pasar los años y sus consecuencias. En «De animosos y desanimados» se han conjugado el arrugue de los calendarios y la opinión de algunos a los que quiero y admiro. Dalmiro Sáenz me ha horadado el «coco» incitándome para hacerlo. Mario «Cacho» Paoletti me ha dado su «bendición» y el recordado Antonio Dal Masetto su «devolución» sincera y potente. El primer cuento de la serie de este volumen lo escribí alrededor de 1992 y fue publica-do en la recordada y maravillosa revista “La Maga” que dirigía allá por el ´95 Carlos Ulanovsky. Sobre la cubierta. Su ilustración y diseño gráfico la realizó mi amigo Lorenzo «Lolo» Amengual con un lucimiento tan grande como su obra artística. Le da lustre al objeto libro. http://www.lorenzoamengual.com.ar/ Lamento que para esta instancia Dalmiro esté de luengo viaje, gambeteando la ocasión, pero presente con su generosas palabras en la contratapa que dice: «Estos cuentos son para vos. no lo dudes, es así. Te van a perturbar el todo y la nada como cantos de sirenas antiguas. En ese deambular por las páginas, vas a encontrar que cada palabra emite su propio resplandor. Y finalmente encontrarás tu espejo en el resquicio de un pasillo o entre los mercaderes, las pesadillas o la fragancia que empuja el viento. Dalmiro Sáenz 2016». Quizás, presuntuosamente, sea este uno de los últimos textos escritos antes de partir, lo cual me apena pero me distingue como amigo. Todo esto junto, ya está en las librerías. Marcelo Tozzini