Enseñarles a disfrutar de ese momento de acostarse. Ser conscientes de lo afortunados que somos como padres. Acompañarles a su mundo lleno de fantasía. Escucharles sin juzgar Sus primeros pasos en una meditación muy sencilla antes de leer. Crear ambientes con fondos musicales. Hacernos estar más tranquilos y sin prisas a la hora de leer. Disfrutar de esos momentos que son muy especiales. Cambiar el mensaje que tenemos en ocasiones de estrés. Ser pacientes y afectuosos en cada lectura.