¿Por qué “Creatividad o Domesticación”? ¿Qué aportan los estudios de los cerebros de ciertas personalidades consideradas “mentes brillantes”? ¿Qué rol juegan la cultura y los medios de difusión en el reconocimiento, promoción o desconocimiento público de aportes individuales a la sociedad? Mucho se ha escrito sobre personajes que los medios elevaron a la categoría de “genios” por su impronta sobre el desarrollo de nuestra civilización. Pero olvidan que no hay expresión artística o construcción de conocimiento científico que sea ajena a contribuciones previas o contemporáneas,producidas por individuos con talentos similares o complementarios pero con dispar nivel de exposición o inserción pública o de permanencia en los registros históricos.Entre otros, los cerebros de Einstein, Lenin, el poeta Mayakovsky y de científicos y personas públicas de la cultura han sido sometidos a estudios en busca de “trazas” de su publicitada “genialidad” o “brillantez”. El cerebro de algunos de tales personajes ha sido motivo de la construcción de hipótesis, análisis, historias y mitos. Por interés médico, también alcanzaron renombre los cerebros de “comunes” afectados por alguna patología. En condiciones óptimas de crianza y oportunidades todos tenemos una cuota potencial de creatividad. Sin embargo,con la degradación –inequidad– de las condiciones de vida del ser humano, sobreviene la degradación de la demanda social, emocional y física impuesta sobre el poder computacional del sistema nervioso, así como sobre la motivación, la iniciativa y la creatividad aplicadas al desarrollo personal y social. Es decir, el riesgo de que predominen formas de domesticación, más que de socialización. Su contrapartida es reforzar –promocionar– la iniciativa creadora, productiva, en un contexto de valores solidarios, en todos los niveles de la sociedad humana. Compartir estos pensamientos tiene como objetivo contribuir a la toma de conciencia por parte de la opinión pública, educadores, dirigentes políticos y sociales, acerca de nuestra naturaleza básica y de los riesgos por desviaciones, errores y excesos en nuestras creencias y acciones; y contribuir a valorar y proteger el potencial germen creativo de cada uno de nosotros. JAC