Conclusiones precipitadas no es sólo una obra de humor, es una novela policíaca, de intriga, suspense, con una detective implacable, traición, secuestro, actores legendarios, ambición, muerte, deseo reprimido, brujería rudimentaria, profesores incendiarios y mafiosas de polígono industrial... Personajes que aspiran a todo, contundentes e inolvidables, supervivientes natos que deben tomar decisiones poco meditadas y que sacan conclusiones precipitadas sobre las situaciones que tienen ante ellos. A Carlos del Río le acompaña la suerte: Gana la subasta de un trastero embargado. En el interior, una guitarra que perteneció a Al Pacino puede convertirse en su plan de pensiones. La suerte dura poco, unas orejas humanas encontradas en botes de cristal dentro de una caja de origen militar, hacen que la policía, ni más ni menos que la implacable detective Amanda Bernal, mujer de Del Río, precinte el trastero y su contenido. Muchos ojos se fijan en la puerta de ese trastero: Loren, su antiguo dueño, desolado por la pérdida de sus antiguas revistas porno; la siniestra dueña de la empresa de subastas y su fiel empleado; el cuerpo de policía; un contundente profesor de prevención de incendios… Carlos del Río necesitará alianzas para recuperar su valiosa guitarra. Una novela con un ritmo que engancha y le lleva, desde el comienzo, al corazón de una historia que crece sin parar. Los protagonistas sorprenden a cada página, para ellos todo es lo que parece, aunque esté lejos de ser así.