Es un thriller negro contemporáneo, cuyo escenario principal es la ciudad de Toledo, aunque también tiene conexiones con Zaragoza y Madrid. La historia comienza cerca a una campaña electoral, cuando encuentran un vehículo clásico siniestrado a las afueras de Toledo, en el que encuentran dos cadáveres. Uno es de la mujer de un influyente político, y el otro es de un hombre sin documentar, al que nadie conoce, y del que se sospecha que es su amante. La investigación está a cargo del teniente Román Medina y de la cabo Elisa Castillo de la judicial de la Guardia Civil. Tras analizar el caso, descubren que hay datos inconexos entre los fallecidos, lo que les hace sospechar que no se trata de un simple accidente. Por lo que se ven obligados a examinar el caso desde diferentes puntos de vista, que les introducirá en una compleja investigación, donde confluyen varias historias personales y casos, en lo que nada es lo que parece hasta que encuentran nuevas pruebas. Se verán envueltos en una trepidante investigación llena de presiones políticas, corrupción, traiciones, reacciones humanas al límite y asesinatos solapados, que tratarán de llevar el caso a un punto muerto. A pesar de todos estos impedimentos, los guardias consiguen conectar varias líneas de investigación que acaban destapando un enrevesado, pero perfecto complot de asesinatos, que gracias a un fortuito suceso pudieron salir a la luz.