No entiendo la costumbre de hablar sobre los autores en tercera persona cuando es uno mismo quien lo escribe y, además, me da cierto pudor denominarme escritor tras haber finalizado mi primera novela, lo que convierte a estos párrafos, que deberían ser una mera exaltación de mis virtudes a fin de asombrar al lector, en una inenarrable tortura. Nací en Toledo, en 1981, y crecí felizmente en esta ciudad hasta que llegó el momento de comenzar los estudios universitarios, razón por la cual me desplacé a Madrid, donde residí y trabajé durante diez años. Mi vida profesional ha discurrido casi en su totalidad en el sector turístico y, especialmente, en el ámbito de los parques temáticos, lo que me hizo fijar mi residencia en diferentes lugares como Dublín, Bolivia, Tenerife, Punta Cana y, actualmente, en San Bartolomé de Tirajana. Siendo Toledo la capital de provincia española más alejada del mar, me resultan curiosos los azares del destino que me han llevado a vivir en cuatro islas diferentes. Será que si los bilbaínos tienen el derecho a nacer donde les place, los toledanos también podemos ser de mar.