Doce historias, en las que el número de ellas es puramente casual, diferentes entre sí. No es fortuito quizás el papel que los números juegan en el primero de los relatos, algo que el protagonista intentará dilucidar. Lo onírico se confunde con lo real en «El gato y el toro» y «Barro y sal», y las décadas transcurren en un suspiro en «El túnel» y «Pragmatikó Onirós». A veces lo que nos parece imposible o sobrenatural, nos resulta así por una distorsión que nosotros mismos hemos hecho de la realidad y eso se hace patente en más de uno de los relatos. Situaciones hilarantes o imposibles, un emotivo viaje hacia los recuerdos de la niñez o la experiencia de un escritor de ciencia- ficción que ve con sorpresa que sus historias son algo más que producto de su imaginación. Doce relatos en los que lo que parece irreal, en algunos casos, es lo que está más cerca de la realidad.