BITÁCORAS DE SOLEDAD - EDICIÓN ILUSTRADA POR EL AUTOR Jan Caballero siempre quiso vivir para pintar, hacer esculturas, dibujar... pero un trabajo de oficina acaba por absorber todo su tiempo y tiene que dejar inconcluso el sueño de ser artista. Entonces lo despiden y queda en la calle. La primera noche que pasa como vagabundo, conoce a una anciana que se dedica a recoger objetos que otros desechan. La mujer inventa historias a estos objetos para volverlos especiales y poder venderlos en un pequeño bazar que tiene. A estas historias ella les llama las "bitácoras de soledad". Para ganarse el pan diario y un techo bajo el cual pasar las noches, Jan tendrá que esforzarse y hacer uso de toda su creatividad artística para modificar los objetos que la anciana recoge, de tal manera que se conviertan en dignos representantes de las leyendas que de ellos se cuentan. Bitácoras de soledad es una historia en la que se conjuntan varios relatos o leyendas escritas a modo de diarios y relacionadas con objetos que se venden en el bazar de la anciana. Algunas de las bitácoras son las siguientes: En "Bonfilio" el tema es la obsesión de un fotógrafo con la madre que lo abandonó y que cree reconocer en la mujer solitaria y evasiva que no alcanzó a retratar en un pueblo. "El capitán" gira en torno a un escritor bloqueado en busca de inspiración que viaja a un sitio remoto y conoce a viejo charlatán, un falso marino visitante de islas imaginarias cuya imaginación parece no tener límite. "Edén en sepia" inicia con una pista accidental que obliga al protagonista a recorrer sitios apartados en su motocicleta para dar con una mujer idealizada. "Brenice" es la historia de un hombre cautivo que no sabe distinguir entre sueños, memorias y alucinaciones y necesita confiar en su intuición para poder escapar. "La tía Jam" cuenta acerca de un hombre encadenado frente al cadáver de su tía. Aunque los clientes del bazar saben que es más probable que tanto las historias como los objetos que las representan sean falsos, pagan con gusto por éstos, debido a la ilusión de tener en sus manos parte de una leyenda. Bien lo dijo la anciana: "Cualquier ficción no es más que una realidad en espera de su legítimo dueño." "...un estilo literario limpio, directo, entusiasmado por la belleza que las palabras procuran" -Cosme Álvarez, La Guarida "Son bitácoras de soledad, (...) epopeyas de la comunicación frustrada, del anhelo por una solidaridad inalcanzable, que podrían recordar al José Saramago de una novela como Todos los nombres." -Christopher Rollason, Walter Benjamin Research Syndicate