El sentimiento que Ivanov experimenta ante el cadáver de su padre, a la corta edad de once años, y el enigmático vínculo que establece con la muerte en aquel momento, será el desencadenante de una búsqueda que terminará por mostrarle su propia naturaleza y que le arrastrará a conocer a otras personas como él, a otros elegidos cuyo conocimiento del destino les impide ser otra cosa distinta a lo que son.  Sin embargo, el designio de Ivanov consta en asesinar a otros, en honrar a la ira que a menudo siente y en dejarse guiar por unos sueños nada agradables. Esto le llevará a viajar por todo el mundo en busca de sus víctimas y a descubrir misterios milenarios que sólo unos pocos conocen. Su vida estará plagada de aventuras y secretos, de amor y soledad.  Por suerte, antes de morir, encontrará a la persona idónea capaz de narrar la biografía de su destino. El engranaje místico del universo así lo contempla, y así es como ha de ser.