Bajo el amparo de una promesa se inicia un viaje lleno de aventuras donde la ingenuidad, el romanticismo, la picardía y la complicidad, forman parte de un grupo de amigos que buscan hacer de sus vidas un episodio sin igual. De este cuarteto sobresale una pareja que está dispuesta a conservar su amistad, a pesar que entre ellos ha surgido un sentimiento más profundo y duradero; mismo que los llevará a vivir alegrías y sufrimientos: —Jandy, prometimos que siempre seriamos amigos y que jamás nos olvidaríamos el uno del otro. —Lo recuerdo, Bástian. Y también recuerdo que prometimos que siempre nos apoyaríamos pasara lo que pasara. —Entonces apóyame tú a mí; no quiero que te vayas. —Bástian..., tú sabes que siempre seremos amigos. —No me basta con sólo ser tu amigo. —Entonces… ¿qué es lo que quieres de mí? A la par el autor nos invita a recordar las dificultades que forman parte del reto de crecer: la impaciencia por descubrir algo nuevo y excitante, los tropiezos y desventuras típicos de la edad, la emoción inigualable del primer amor, la lealtad que se forja a base de sinceridad y compañerismo, las travesuras que perpetuamos entre risas y sueños. Bástian, siempre seremos amigos, es una historia donde la espontaneidad, el humor y la nostalgia, forman parte de cada momento.