Un asesinato por encargo pone al descubierto el sórdido mundo de constructores sin escrúpulos, la corrupción política, la competencia de los medios de comunicación para ganar audiencia a cualquier precio, los efectos de la crisis/estafa, la acción policial y la hipocresía social. El inspector Peláez, Tony el sicario, su amigo y ayudante Marcos, la digna prostituta Glayds, Vasily, Ramírez, "Cloacas" el subconstratista, "Rotondas" el constructor, "Planes Parciales", Juan Pablo, Fabián... un muestrario de personajes y ambientes que evocarán personas y situaciones que le sonarán de algo al lector. "—Estoy pensando seriamente en dejar el Cuerpo —en el rincón de la barra, con una copa de anís en la mano, dijo al preso de permiso lo que sólo se había dicho a sí mismo hasta ese preciso momento—. No lo sabe nadie, ni siquiera mi mujer, ni Ramírez —apuró la copa de un trago y pidió otra ronda al camarero—. Ni siquiera yo lo sé". ¿Continuará?