El título ya resume, con gran exactitud, su contenido. Si, por un lado, el autor hace un análisis de la situación en que vivimos, por otro, los versos poseen el poder de averiguar lo más hondo de nosotros, hasta lo que está por venir. Un porvenir incierto, dado que los tiempos que corren parecen discurrir sobre un horizonte difícil de discernir. El momento en que surgen estos poemas puede hacernos pensar que son fruto del instante de incertidumbre y zozobra que nos está tocando vivir. Si bien tal opinión puede ser verdad, también es cierto que estos poemas van más allá de esta afirmación. En la primera parte del libro, «Balance de un futuro incierto», el tono, a veces pesaroso, se mezcla con el nostálgico y melancólico e, incluso, con la ironía, la crítica, la descripción de la cotidianeidad o la reflexión sobre la misma poesía. En la segunda parte del volumen, titulada «Balance de un pasado inevitable», se recogen otras composiciones que muestran imágenes de una memoria persistente e ineludible, propias del recuerdo del poeta. «Balance de un futuro incierto supone un trabajo de madurez, en el que las palabras trasciendan el mero detalle temporal de la época incierta que estamos viviendo, con la intención de vislumbrar un futuro mejor, que todos nos merecemos», termina diciendo el autor en su prólogo.