Los textos reunidos en Bailar la vida abordan un ángulo trascendente de la condición humana, la desolación, que Marc Rimez logra transformar, con una escritura directa y eficaz, en materia literaria. A la manera de Onetti –cuya voz, junto, de más lejos, con la de Rulfo, se percibe como un eco tutelar en este libro— se reúnen aquí un conjunto de breves “historias del alma” de seres atrapados en los laberintos de la incomunicación, la decepción, el abuso, la frustración o el escepticismo que son propios de la vida cotidiana de la gente común. En las historias que cuenta Rimez no hay héroes, sino criaturas —mujeres y hombres— animadas por la pasión elemental de sobrevivir, es decir, de bailar la vida, frente al desamparo originario propio del reino terrenal, y a la búsqueda, a veces por vías inesperadas, del sentido esencial de la existencia. Las historias que Marc Rimez recrea en este libro ocurren en diversas ciudades, pero todas ellas son parte de un mundo cuya realidad aplastante obliga a que la atención del lector se concentre en el foro interno de los personajes y sus interrelaciones: tal es la verdadera geografía de Bailar la vida. Víctor M. Godínez