La ciudad española de Sevilla, la capital de los naranjos, tan bella y sublime, tiene en sus entrañas un recorrido por sus calles no tan admirable; pero forma parte de nuestra historia. En el siglo XVI, la cruz verde de la Inquisición salía desde el Castillo de Triana hasta el Prado de San Sebastián. Detrás de ella, maltratados y en procesión, desfilaban muchos de los condenados que iban a ser quemados en la hoguera o estrangulados a garrote vil, solo por el hecho de pensar de forma diferente. Tres kilómetros de horror por las calles sevillanas, aunque para muchos se convertía en un espectáculo ¿Qué pensaría esa pobre gente? ¿Qué sentirían? Ante esa crueldad, barbarie y espanto, muchos se retractaban de sus ideas y su fe heterodoxa. Sin embargo, hombres y mujeres de gran valentía, llevaron sus creencias y convicciones hasta el final. No los matemos de nuevo, olvidándonos de ellos. Esta concisa obra, que contiene códigos QR en cada capítulo para ubicar mejor al lector, pretende acercar a toda persona que valore la vida y la justicia a esa sombría parte de la historia sevillana. Una época donde el blanco azahar quedaba envuelto por las negras cenizas de los cuerpos abrasados.