1941, Alemania ha iniciado una loca carrera para fabricar la bomba atómica, la cual tienen previsto lanzarla sobre Moscú para mediados de aquel año. Para eludir la presión de los aliados, han montado una fábrica de agua pesada en la España neutral, concretamente a los pies de Montserrat. De allí, envían el producto a la planta de procesamiento del arma en la frontera suiza embotellada en frascos de Aromas de Montserrat, el licor que los monjes elaboran en la abadía del mismo nombre. Sin embargo, una organización clandestina de ex combatientes de las brigadas internacionales, descubre indicios del proyecto. En la España de la postguerra inmediata, dicha organización tiene un comando clandestino móvil que viaja de incognito en una compañía de feriantes ambulante, “La Salerosa”. De repente, el destino de la Humanidad va depender todos ellos, los cuales se verán envueltos en una trama vertiginosa e impredecible. Un guardia civil corrupto, una espía infiltrada en la falange, unos alemanes histéricos , un convento de monjas y un pueblo que aprovechando la coyuntura, se inventa un santo, con la consiguiente celebración del evento por parte de Franco y las máximas autoridades eclesiásticas del país .Todo esto, formará un coctel que sumergirá al lector en una historia trepidante.