Hay puertas que al traspasarlas nos ofrecen lugares comunes, pero hay otras puertas que son más peculiares, nos llevan a lugares maravillosos. Unas de las más felices puertas o portales son, como bien se sabe, los libros. Puertas que, sin necesidad de utilizar palabras mágicas o tener el poder especial del Doctor Strange, podemos abrir. Yo he traspasado algunas de esas puertas y, a la manera del que viaja y se trae de aquellos lugares que visita un buen recuerdo o una especie de flor de las que existen allá, así he traído unas y las presento aquí para que alguien más también pueda contemplarlas y tal vez le dé curiosidad y entonces quiera traspasar la puerta y ver el resto del jardín encantador. Si este libro tiene belleza, el mérito principal es de los escritores y los libros evocados en cada poema. Este libro es también una manera de agradecerles y rendirles con humildad un homenaje a ellos, pues muchas veces no solo me han salvado de momentos de aburrimiento, angustia o depresión, sino que en los momentos de dicha han acrecentado aún mi dicha. Mi deseo es que también algo de dicha, de encanto y placer, al menos una pizca, sientas al asomarte a ellos a través de estos poemas.