Andrés Ros es un acaudalado empresario barcelonés cuyos últimos treinta años han transcurrido en A Coruña, y que en una exploración médica se le diagnostica una enfermedad en fase terminal. Entre todos sus bienes hay uno que para él es muy especial, se trata de un Volkswagen Transporter, un vehículo con alma que le ha acompañado durante gran parte de su vida y que almacena sus más preciados recuerdos. Andrés Ros le encarga a Emilio Herrera, amigo y abogado de absoluta confianza, que localice a una persona que crea que las cosas también pueden llegar a tener alma, pues desea que el Volkswagen forme parte de una familia. Entre los numerosos candidatos, Emilio elige a Jaime Oliver, un doctor en medicina que reside en Barcelona. Andrés nada le pedirá a cambio, tan sólo que ambos viajen en el Volkswagen Transporter desde A Coruña hasta Barcelona, ciudad en la que Andrés nació y en la que desea vivir hasta el final de sus días. Será un viaje de dos días en el que se detendrán en estaciones que forman parte del pasado más triste de Andrés. Andrés y Jaime vivirán de forma inolvidable esos dos días, a los que les seguirán otros que acabarán por ser los mejores de la vida reciente de Andrés, considerándose éste, al final del camino, un hombre afortunado. Una novela que palpita, que hace recapacitar sobre la vida y la muerte, y sobre ese día a día cuyas prioridades logran apartarnos de sentimientos tan olvidados para algunos, como la amistad o la inocencia de un niño.