¿Qué está ocurriendo en nuestra tierra? ¿Por qué sentimos que todo se aproxima a un desenlace fatal? Al mismo tiempo, nuestro corazón nos dice que este es un reino bello, que estamos a un paso de ser felices… Pero… ¿Qué? Los políticos, los profetas, los santos, los químicos, los psicólogos…, jamás han tenido una visión consensuada de nuestro mundo. El poeta, junto con el loco, es quien más puede aproximarse no a una verdad más certera, pero sí más cercana a lo cierto, de lo que consideramos la vida, nuestra vida, porque los maderos sobre los que llegan enclavados y son alzados desde pequeños los poetas y los locos son cruces muy altas, visionarias. Ver desde los ojos del pájaro. Desde el nacimiento de la lluvia. El poeta, además, ha abrasado sus párpados a fuerza de recorrer avernos. Sus ojos son los de un búho en pleno día. David Fernández Rivera, uno de nuestros últimos verdaderos bardos, ha relatado aquí, como en un libro santo o maldito escrito con su sangre, lo que somos. Nos has traído desde la luna, desde el viento, Ágata. Una de las cumbres más hermosas, proféticas y arrebatadoras de nuestra poesía contemporánea. Qué espanto. O qué salvación, poder verlo: La realidad de lo que grita, ama y camina bajo la luz de nuestro Sol.