Escritor sanjuanero (San Juan, Puerto Rico), oriundo del Barrio Obrero, con orgullo, barriobrerense. Se considera principalmente un autodidacta, aunque estudió en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, concentrándose en las ciencias sociales y la mercadotecnia. Sostiene su teoría... «donde la segunda tiene un impacto definitorio sobre la primera». Hizo su carrera profesional en el área de publicidad y mercadeo, en la que laboró por veinticinco años. Su relativo éxito en esta industria lo expuso a viajar por muchos países. Aprovechaba sus viajes para hacer un micro análisis de las culturas visitadas, siempre intentando palpar las diferencias esenciales entre aquellas culturas y la suya. Fue en una breve estancia en Montmartre, París, cuna de los impresionistas y de la bohemia parisiense del siglo diecinueve, donde le comenzó a picar la curiosidad por escribir, ya muy pasados sus cincuenta años. Unos meses después publicó su primer libro, Esperando el cantazo, una cuasi autobiografía, obteniendo excelentes críticas de conocedores, estudiosos y literatos locales e internacionales. Paulino admite escribir, no partiendo de la premisa de que es un escritor, sino simplemente de ser una persona que abre su mente, su corazón y sus entrañas para vomitar con furia sobre un papel todas las frustraciones, todas las decepciones y la poca fe que lo han convertido en lo que es. Más que por vocación, escribe para lanzar al aire una voz de alerta, un desahogo, un grito esperanzador. Su verbo es directo, crudo, audaz, sin distracciones ornamentales innecesarias, a carne viva, sin anestesia...