Esclavitud Rodríguez estudió Ciencias de la Información, pero nunca ha corrido grandes aventuras en peligrosos países exóticos. Lo suyo es más bien el cuento de lo cotidiano.Empezó a trabajar en Faro de Vigo, el periódico de su ciudad natal, donde adquirió la convicción de que las historias más seductoras surgen a ras de tierra, en las minucias que nos rodean. Esa es una fe que fortaleció tras emigrar a Madrid y trabajar en una revista que analizaba las campañas publicitarias, después en la prensa económica y más tarde en la Secretaría de Estado de Comunicación. A Esclavitud, que heredó de su abuela tan dramático nombre, le encandilan las letras de las coplas, los boleros y los tangos. Porque todo el mundo las entiende y, por tanto, son literatura popular en el más profundo sentido del término. Con esa misma intención de claridad escribe ella sus fáblas. "Un rumor que no se va" y "Nunca más tu sombra junto a mí" son sus dos primeras novelas.