La poesía que Eugenio D´Ors situaba al más alto nivel de las artes creativas y casi a la par de las más hondas vivencias religiosas, es planta delicada de abonos e ingredientes múltiples. Sinceridad, experiencia, sensibilidad, también sufrimientos y dramatismos interiores, incluso agudos desdoblamientos espirituales, han sido siempre caldo de cultivo imprescindible de toda auténtica poesía, Que muchos de tales elementos se patentizan en la autora de Alba Oscura, salta a la vista en este su primer libro, en el que vehemencias líricas, a las veces de pálpito estremecido, alternan con una diversidad de voces y acentos, todos referidos a un profuso panorama de intenciones. Muchas cuerdas sensibles componen este juvenil horizonte poético: desde paisajes y contornos de infancia, a la muerte contemplada en trágica disyuntiva, desde el amor a las aves que vuelan por el azul, pasando por los marginados y vulnerados por la doliente condición humana, un amplio registro de teclas sensitivas se nos ofrece en estos poemas transidos de humanismo, en olor de sinceridad y sin tapujos de formales pedanterías.