¿Hacia dónde va el libro? (I) Cuando el lector se convierte en editor
José Luis Ibáñez Ridao / Zoomnews.es
Día 21/01/2014
El año pasado, por primera vez en la historia, un libro autopublicado encabezó la lista absoluta de bestseller en formato eBook en los Estados Unidos –el primer mercado mundial–. La revolución digital parece imparable pero, ¿es tan rápida como auguraban no hace mucho los profetas de Internet? ¿Hacia dónde van el libro y la lectura?Me pongo en modo Nostradamus, oteo el horizonte y me pregunto qué cosas nos aguardan –con el ‘nos’ me refiero al libro y al sector editorial– en los próximos meses y hasta años. Hay casi tantas respuestas como expertos.
¿A quién creer cuando se trata de eBooks?
Lo del eBook y el libro impreso cada vez parece enredarse más en una guerra de marketing estilo aspirina contra paracetamol. Ya saben, según cual sea la fuente que se consulte una es la panacea de todos los males y el rival no sirve para nada, y viceversa.
El avance del eBook es arrollador e imparable, te dicen los unos; la cosa tampoco es para tanto, el libro impreso resiste con dignidad la ofensiva digital, replican los otros.¿A quién creer?
En uno de sus últimos informes, el Pew Research Center –un think tank especializado en información sobre tendencias– señala que en los Estados Unidos –la madre de todos los mercados editoriales– continúa la penetración de los eReaders hasta llegar al 30% de los lectores. Sin embargo, en el último año también ha crecido el número de gente que lee libros impresos; en cuatro puntos, nada más y nada menos. Siete de cada diez lectores lo hace aún sobre papel.
Así pues, aunque los libros electrónicos aumentan en popularidad, los impresos siguen siendo la base de los hábitos de lectura de los estadounidenses. Sólo el 4% de los lectores norteamericanos lee exclusivamente en formato digital.
Pero cuando se echa una mirada a la pasada campaña navideña hay un elemento que salta a la vista y augura un cambio no demasiado lejano: el crecimiento espectacular de las ventas de dispositivos capaces de leer un eBook. Atentos al concepto porque el matiz es importante: "dispositivos capaces de leer un eBook". Trataremos el asunto en otro artículo, retengan la idea.
Continuamos en EE UU –en España, lo de las estadísticas va algo más lento–.
Antes de la Navidad, un 34% de los adultos norteamericanos tenía un Tablet propio; después, un 42%. En cuanto a eReaders, antes, un 24%, después, un 32%. Ocho puntos en un par de meses, no está mal pero tampoco es un avance avasallador.
Parece claro que el eBook acabará imponiéndose pero que lo hará a un ritmo menor de lo que se había vaticinado no hace mucho.