ENTREVISTA CON... | |
(Entrevista efectuada por participantes de los talleres literarios de Escritores.org año 2004)
Rodrigo Rey Rosa nació en Guatemala en 1958. Residió en Nueva York y Tánger, periodo en el cual Bowles le tradujo sus tres primeras obras al inglés, lo que le permitió darse a conocer en el mundo anglosajón. Actualmente reside de nuevo en Guatemala. Es considerado uno de los mejores escritores actuales del continente americano. Sus obras han sido traducidas al francés, italiano, alemán, danés, portugués y japonés. La obra del escritor guatemalteco destaca por su originalidad, sobriedad y aparente transparencia que en nada recuerda a su inmediata tradición. La exigencia de la que hace gala en todas sus obras le han valido el reconocimiento de la crítica. Recientemente fue presentada en el Sundance Film Festival 2004 la que ha sido su primera película "Lo que soñó Sebastián", basada en su propia novela y dirigida por él mismo. Actualmente prepara una nueva colección de cuentos que será publicada el año que viene por Seix Barral, su casa editorial en España.
“Supongo que para un escritor que comienza un consejo seguro sería que siga escribiendo, que organice su vida alrededor de la práctica de la escritura. Luego, con un poco de suerte, cada cosa va cayendo en su sitio.”
Pregunta.- ¿Cree que un escritor nace o se hace? También me gustaría saber a que da prioridad en una novela, ¿a lo que se cuenta o a como se cuenta? Y por último y teniendo en cuenta a un escritor principiante cualquier consejo le puede venir bien, me gustaría recibir uno suyo. Respuesta.- Supongo que hay algunos escritores que “nacen” pero también debe de haber otros que se hacen. A esta categoría podrían pertenecer los que empiezan a escribir tarde. Me parece que lo que se cuenta es algo que no depende tanto del escritor. En cambio el cómo se cuenta depende exclusivamente de quien escribe. Los temas, la materia prima, nos son dados por las circunstancias y por el medio o el tiempo en que nos toca vivir. El estilo creo que es fruto de nuestro trabajo, de la relación, que suele ser una especie de lucha, de cada uno con el lenguaje. Es muy difícil dar un consejo así, digamos, en abstracto, sin saber muy bien a quien se le da. Pero supongo que para un escritor que comienza un consejo seguro sería que siga escribiendo, que organice su vida alrededor de la práctica de la escritura. Luego, con un poco de suerte, cada cosa va cayendo en su sitio.
P.- Mi pregunta es si para escribir una novela, una buena novela, es imprescindible sentir lo que se escribe, es decir ¿se debe "parir" una novela porque no se puede fabricar o porque no se deja fabricar? A su juicio, en una novela ¿es bueno el equilibrio entre la caracterización de los personajes y el argumento, o al fin y al cabo el argumento no es tan importante y es sólo una excusa para hablar de nosotros mismos, de los personajes? Y, la última pregunta es si el vértigo ante una hoja en blanco es un mal síntoma en alguien que está empezando. R.- No creo que exista la novela ideal, y la manera en que se escribe no importa tanto como el resultado. El vértigo, valga la hipérbole, ante la pagina en blanco no me parece un mal síntoma, pero es necesario vencerlo.
P.- ¿Cuánto tiempo suele pasar desde el momento en que concibe la idea para una obra, y la finalización de la misma? ¿Suele trabajar en más de una obra al mismo tiempo? R.- Prefiero trabajar sólo en una texto a la vez. A veces la idea para un cuento puede surgir, digamos, a mitad de la escritura de una novela. Y si en ese momento parece prudente dejar descansar la novela, parece afortunado tener la idea para un cuento como distracción. El tiempo de gestación es muy variable. Hay ideas que maduran de inmediato, y otras que pueden tardar años.
P.- Borges comentó en una ocasión que el relato “El Zahir” había nacido por el hecho de que casualmente había escuchado la frase “Deberías oír cantar a fulano de tal, es algo inolvidable". Y entonces pensó, ¿qué ocurriría si existiese algo realmente inolvidable? Desde que leí un relato de la fuerza y calidad de “La niña que no tuve” publicado en “Ningún lugar sagrado”, me he preguntado de dónde nace la idea para un cuento de tal maestría y concisión.¿De experiencias propias o personales? ¿De una emoción sugerida quizás de modo casual? R.- Gracias por decir eso de La niña. Yo no creo que sea un cuento “importante”. La idea creo que me vino de una frase de Cioran. Algo así como que no hay nada tan triste como la muerte de un niño. Y en ese momento yo esta escribiendo una serie de cuentos más bien tristes, y me pareció que estaría bien experimentar con esa idea. En ese momento, no tenía hijos. Ahora tengo una niña de dos años y creo que no podría escribir un cuento así.
P.- Me gustaría saber cómo inicia el proceso de escritura.¿Tiene ya el esquema de cómo se desarrollará el relato? ¿O simplemente con una premisa comienza a escribir y se deja llevar por la historia? R.- Prefiero dejarme llevar por la historia, pero no siempre es así. A veces uno “ve” la historia antes de ponerse a escribir. Las ideas, buenas o malas, se me presentan mientras escribo, como si el acto de escribir las creara. En cualquier caso, creo que cada historia sigue un proceso distinto.
P.- Según su criterio, ¿qué peso le cabe al título de un cuento, una novela o una película? ¿En el desarrollo de su obra, parte de un título ya determinado o lo encuentra una vez finalizada la misma? R.- Casi siempre pongo los títulos después de escrita la historia. Creo que hay escritores con buen olfato para los títulos, No soy uno de ellos.
P. Sé que es la típica pregunta, pero, ¿de dónde sale y cómo sabe que una idea o historia es buena o va a ser buena en un futuro? R.- Es algo que, hasta no haberla escrito, no puede saberse. Acerca de cómo aparece una historia, creo que cada historia lo hace de forma distinta.
P.- ¿Dónde se ubica la parte creativa del ser humano? ¿Dentro o fuera de sí? ¿Dependen del espacio tiempo, sus experiencias, sus emociones? ¿Sólo son hormonas desarrolladas hereditariamente o una falta de adaptación colectiva? ¿Crear, desde el punto de vista artístico, es una pasión asexual? R.- No se si existe una “parte creativa” localizable. Pero, esté donde esté, esa supuesta parte estará influenciada por todo lo que la rodea. Tal vez nosotros podamos influir en sobre qué aspecto ejerce más influjo.
P.- En una entrevista publicada en la red comentó que la violencia es un elemento que está plasmado en su obra como una respuesta a nuestro momento histórico.¿Podría hondar un poco mas en este tema?, ¿Qué otros elementos son propios de nuestro momento histórico e influyen en la narrativa actual? R.- La violencia ha sido parte del entorno humano desde siempre, y seria difícil encontrar una literatura donde la violencia no esté representada. El estilo de violencia, la forma en que se ejerce, sí varía, sin duda. Lo curioso es que parece ser ahora más generalizada y al mismo tiempo más aséptica. Nuestra relación con lo sexual también ha cambiado, y me parece que de manera -y esto es algo que no se me había ocurrido antes- de manera similar, ¿no?
P.- Me gustaría preguntarte si te has propuesto alguna vez escribir acerca de la violencia de género, profundizando en el por qué de sus raíces.¿Has pensado alguna vez hacer un ensayo? R.- Varias veces he pensado en escribir ensayos, pero sigo posponiéndolo; en este caso puedo decir que la pereza me ha librado de la tentación. Acerca de la primera pregunta, me parece que no me toca escoger mis temas. Así que quien sabe, tal vez algún día me toque trabajar con eso.
P.- ¿Qué lo motiva a escribir? ¿En qué momento descubrió que deseaba escribir para cine y dirigir también? ¿Tiene usted una temática que le obsesione plasmar en su narrativa? De toda su obra debe tener un libro consentido ¿podría decirme cuál es y por qué? Durante su estancia en Tánger ¿qué soñaba de Guatemala? R.- Disfruto del acto mismo de escribir, y por eso sigo escribiendo. Pero una vez terminado un cuento, ya no me sirve, y tal vez por eso no tengo consentidos entre mis escritos. Si hay un consentido, es el cuento a medio escribir.
P.- Leyendo "El lenguaje de la pasión" de Mario Vargas Llosa, me detuve en un ensayo titulado "La muerte del gran escritor", que habla de otro ensayo de Henri Raczymov sobre el mismo tema. La literatura en la sociedad ya casi sólo cuenta como producto de consumo inmediato, entretenimiento efímero o información que caduca en el instante de ser conocida.¿Con qué nueva ilusión enfrentamos la página vacía? R.- Yo creo que en la lectura, y también en la escritura, como un refugio contra la opresión o contra el régimen de consumismo del que habla. La ilusión de poder crear ese espacio de retiro (interior) me parece ya suficiente.
P.- Siendo ya un escritor reconocido en Guatemala el encuentro con Bowles lo "dispara" (por decirlo de alguna forma) hacia un universo internacional.¿Hasta qué punto fue importante la amistad con Bowles para su reconocimiento social como escritor? R.- Debo aclarar que conocí a Bowles mucho antes de ser conocido en ninguna parte. Era un principiante—había publicado apenas un cuento cuando lo conocí —así que, como es natural, esa amistad fue muy importante para mí. Y. desde luego. que él tradujera mis primeros cuentos al inglés fue un espaldarazo (del que no acabo de recobrarme). No sé —y la verdad es que no me preocupa mucho— qué reconocimiento habría podido obtener si nunca hubiera ido a Tánger. Pero sin duda, mi vida habría sido muy distinta, y probablemente, yo sería también una persona diferente.
P.- Veo que se interesa por el mundo del cine además de la literatura. Como alumno del taller de guión me interesaría saber ¿qué es para usted lo que más dificultad entraña a la hora de escribir un guión y sus métodos de trabajo: la estructura, la trama, los personajes o el aspecto visual final de la obra? R.- El problema, para mí, es que el formato de guión funciona como una camisa de fuerza para la imaginación. No tengo mucha experiencia, pero en los experimentos que he hecho, he partido de algo—un cuento, una novela corta—que ya existía. Así que se trata de un problema de adaptación, no de concepción.
P.- ¿Sigue algún método de trabajo en cuanto al guión? R.- Como decía, tengo poca experiencia, y como esa poca experiencia la he hecho en calidad de diletante, no creo que mis consejos sean muy sanos. El caso es que en los dos guiones para largometrajes en que he trabajado, lo he hecho en colaboración con un amigo, lo que hace el trabajo mucho menos tedioso, y ya te pone un poco en el espíritu del trabajo de equipo que es el cine, donde el escritor, la idea del escritor como creador y controlador total de la obra, está fuera de lugar.
P.- Novela y guión. Me gustaría que comentara sobre las diferencias de uno y otro, ¿qué lo lleva a decidir que un texto funcione para guión y para una novela?.¿Las formas narrativas de uno y de otro pueden coexistir?, ¿hay elementos del guión en sus novelas y de sus novelas en los guiones? R.- Es el elemento narrativo lo que tienen en común guiones de ficción y novelas, y creo que no tienen en común nada más. A la hora de escribir una novela no pienso nunca en un guión. Creo que en mis relatos, si pienso en técnicas cinematográficas, es más bien en la edición o el montaje en lo que pienso, y a veces experimento cortando un texto como se cortaría una cinta.
P.- Para escribir una obra o guión de cine, parte usted de una idea preconcebida y más tarde le da forma, concreta una historia y sus personajes, o por el contrario tiene ya la historia y luego busca qué contar o expresar con ella, es decir, buscando una idea en definitiva que enseñar al público. R.- Aunque he escrito dos guiones para largos y un corto, no creo que mis ideas sobre el guión sirvan de pauta. Supongo que un guionista de verdad tratara el guión como yo trato el borrador de una novela. En mi caso, la novela está primero, y el guión es un trabajo de traducción o adaptación, y debo confesarlo: un trabajo que me parece un poco aburrido. Por eso los guiones que he escrito los he hecho en colaboración, y también he de decir que así el ejercicio puede resultar divertido. Al trabajar en colaboración pensando, por ejemplo, en cómo se podría filmar una escena, ya estás “haciendo cine”, ya no te estás preocupando tanto por qué es lo que debe de estar sintiendo la heroína, sino cómo vas a hacer para mostrarle eso al espectador. O sea, lo estas viendo todo desde fuera, y creo que al escribir ficción uno intenta hacer lo contrario y quiere las cosas desde el interior de un personaje.
P.- Su película “Lo que soñó Sebastián”, basada en la novela del mismo título, presentada en el festival de Sundance 2004, fue realizada en Guatemala. ¿Qué dificultades presenta rodar una película en Guatemala? ¿Son mayores que las que implica su distribución? R.- Rodar en Guatemala no es fácil, porque muy poca gente lo ha hecho hasta ahora. O sea, hay carencia de personal y de equipo, y de experiencia también. Pero esas mismas dificultades pueden ser ventajas. En cualquier caso, creo que no hay problema más difícil, en materia de cine, que el de la distribución, pero ése es un problema que toca resolver a los productores y los comerciantes y prefiero no pensar demasiado en él.
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