Se acelera el proceso de concentración en la industria editorial
Karina Sainz Borgo / Vozpópuli.com
Día 19/09/2013
Una de cada tres editoriales está vinculada a un gran grupo. La estadística no es nueva, ni fuera ni dentro de España, y episodios como la titánica fusión de la alemana Random House y la británica Penguin, del Grupo Pearson, lo demuestran. La dinámica apunta, como en el concierto empresarial imperante, a la concentración. El fenómeno comenzó en nuestro país en la década de los ochenta con la compra que hizo Bertelsmann de Plaza&Janés en 1984 o la adquisición de la histórica Grijalbo por la italiana Mondadori. El proceso, sin embargo, se ha acelerado en parte por dos razones: la falta de generaciones que se hagan cargo de sellos independientes y, en segundo lugar, por los problemas financieros de muchos de ellos. En España, en 2012, la editorial Tusquets pasó a formar parte de Planeta –que concentra más de 50 sellos, entre ellos Seix Barral o Destino- y aunque el acuerdo es de asociación –y no directamente una compra-, muchos dan por hecho la pérdida de autonomía de la editorial que Beatriz de Moura ha dirigido como referentel de calidad durante décadas.