Los gatos y los escritores, ¿quién es el dueño de quién?
Karina Sainz Borgo / Vozpópuli.com
Día 21/08/2013
Julio Cortázar, muy marxista él, llamó al suyo Adorno. Truman Capote se pasaba la vida defendiendo a su minino del bulldog que tenía en casa y Murakami no puede vivir sin un felino que le haga compañía. Pero hay más, Ezra Pound y Bukowski dedicaron poemas a estos animales que han hecho las delicias de novelistas, cuentistas y poetas. “Estudio a estas criaturas/ ellas son mis maestros”, escribió el norteamericano Charles Bukowski sobre ellos. T.S Eliot los inmortalizó en El libro de los gatos habilidosos del viejo Possum, una colección de poemas humorísticos y fantasiosos escritos por Elliot sobre psicología y sociología felina, y que sirvió para la producción del musical Cats, que lleva más de 30 años en los escenarios de todo el mundo. Borges le dedicó un poema al suyo en La cifra (1981). Gatos, gatos, gatos… A mitad de camino entre el animal de compañía y el compañero literario, estos seres han sido para muchos escritores objeto de los más intensos afectos, pero también han sido una ventana literaria, fuentes de inspiración de relatos y obras únicas.