Café y literatura: escritores cafeinómanos
Belinda Loranzana / monkeyzen.com
Día 17/01/2013
¿Qué tan inspirador es el café? Sabemos que el alcohol y otras drogas han inspirado a narradores y a poetas.¿Qué hay de la cafeína? No creo en las drogas y alcohol como fuentes de creatividad efectiva, porque entorpecen, logran que casi todo parezca válido o congruente, se hacen de la vista gorda frente a las inconsistencias y el resultado por lo general es un conjunto de disparates. El café, en cambio, confiere un nerviosismo y un estado de alerta que resultan muy útiles durante la escritura. Muchos escritores se han declarado adictos al café. Algunos de ellos han decidido beber más café que alcohol, porque la cafeína los ayuda a mantenerse despiertos, a cumplir con las fechas de entrega, y además funciona como un sustituto tramposo del desayuno. Por otra parte, resulta chocante este vínculo forzoso que se establece entre el café y la literatura: beber café mientras se lee o se escribe como el rey de los lugares comunes, uno que podemos volver más caricaturesco si le agregamos una tarde de lluvia y un disco de jazz sonando en el estéreo. Guácala. Pero, nos guste o no, para muchos el café juega un papel importante en los procesos de lectura y escritura. Por eso vengo con una pequeña muestra de escritores adictos al café, y con otra de lo que se ha dicho de esta bebida.