Adiós al editor de resistencia Manuel Fernández Cuesta
Peio H. Riaño / El Confidencial
Día 10/07/2013
Con el fallecimiento de Manuel Fernández Cuesta (Madrid, 1963) -ayer en su domicilio, tal y como informaron fuentes cercanas, por un infarto al corazón- el sector del libro pierde a uno de los editores más críticos con la absurda degeneración en la que ha derivado el mundo editorial y, en concreto, la edición de textos de pensamiento. Su trabajo perteneció hasta hace una semana al grupo Planeta, que lo despidió fruto de las rebajas y recortes que está aplicándola empresa en toda su casa. En 2007 fue nombrado como director de Península y fue ascendido como responsable del área castellana de Grup 62, compuesta por los sellos editoriales Península, El Aleph, Luciérnaga y Salsa Books. La mayor virtud como editor de Fernández Cuesta era su impagable espíritu cáustico con el que asumía su condición de desplazado, que representaba un género “incompatible en nuestra sociedad, porque el conocimiento de la realidad no encaja en el consumo”. Así es como Manolo vivía en la contradicción de hacer rentable el ensayo, de colar en las casas de los lectores títulos que se resistían a entregarse a la pornografía, con la que tanto grandes como pequeños editores han optado para salvar sus cuentas anuales. El conformismo. El mal de la dejadez, de la desidia, de la incomunicación.