Las grandes editoriales se olvidan de la literatura
Peio H. Riaño / El Confidencial
Día 14/05/2013
En la mesa que se celebra la tradicional comida del último San Jordi convocada por una de las tres grandes editoriales de este país hay cerca de cuarenta comensales. Entre ellos un escritor. El resto son presentadores de televisión y radio, políticos en activo, políticos retirados, tertulianos, cantantes, protagonistas de docurealities y docushows, especies sensacionales con ventas prometedoras. El escritor es el premiado con el galardón de más popular de la casa; no tiene nada que hacer con el 10% de los espectadores que comprarán el libro de su estrella preferida. Al menos esas son las cuentas que espera cuadrar el grupo para salvar otro año, y van cinco, de caída de ventas al 20%. En estos momentos críticos, el mundo editorial ha quedado dividido en dos bandos irreconciliables: el del vicio y el de la virtud.