Marian Izaguirre y la religión de los libros
Miguel Lorenci / Diario Vasco
Día 11/05/2013
Una partición grosera divide la literatura en historias de ganadores y perdedores. Marian Izaguirre (Bilbao 1951) sabe que los perdedores "son grandes protagonistas". Y con una "emotiva y esperanzadora" historia "de derrotados que no se ha dejado humillar, que mantienen la cabeza alta" pone un punto y seguido en una carrera narrativa de dos décadas. 'La vida cuando era nuestra' (Lumen), su séptima novela, es una declaración de amor al libro y la lectura y la cultura europea a través de unos personajes "que profesan la religión del libro". Seres íntegros que resisten en la España triste y gris de los cincuenta, aislada de Europa y que se ilumina con el poder transformador de la literatura y el aire de libertad encarnado en los pocos brigadistas internacionales que se quedaron a pesar de la derrota en un país devastado. Izaguirre narra sobre libreros, editores, lectores y traductores apasionados que arriesgan su vida por los libros y cuya peripecia se entreteje en una narración "que encierra muchos libros dentro de otros libros". Con la estructura de cajas chinas habitual en las narraciones de Izaguirre, transcurre entre Normandía, Madrid, París, Londres y Roma.