La peor novela: el testamento
Tereixa Constenla / El País
Día 13/08/2012
Las herencias dan grandes tramas literarias, pero los escritores suelen ser pésimos redactores de testamento. A menudo es su peor novela. O no, o tal vez sea la más perfecta, si pensamos que es la única ocasión en que de verdad los personajes cobran vida propia y forjan capítulos durante años. Si el autor no la deja escrita puede desatarse una batalla a la altura de sus tramas: caso Stieg Larsson. En otras lo que establece con letra clara ante notario contraría a personas con expectativas: caso Mario Benedetti.