"De la guerra he aprendido sobre todo que existe un poder económico que se viste en ocasiones de ideología para beneficiarse. Y si para beneficiarse tiene que llevar a cabo hechos sangrientos, militariza su ideología. O sea, que lo que me ha enseñado es que la motivación de todas las guerras e injusticias de dimensión social –que por ejemplo se conserve a un continente entero en condición de hambre– tiene como origen las conveniencias del poder económico".
“Yo ya no soy ese niño, pero el niño sigue dentro del viejo”
Nunca formó parte de un grupo literario ni poético. Durante 25 años trabajó en un banco en Oviedo, ciudad a la que se trasladó a los tres años de edad; un trabajo que odiaba. Y cuidó de su madre, que ha sido pieza clave en su poesía y en su vida, y que enviudó cuando él tenía un año.
El poeta Antonio Gamoneda define su existencia como “silencio, soledad, frialdad y pobreza”. El reconocimiento le llegó cumplidos los 50, con el premio Castilla y León de las letras (1985) y el Nacional de Poesía (1987). Su poesía, reunida en Esta luz (Galaxia Gutemberg / Círculo de Lectores), ha vendido siete ediciones.